Disfrutar sentada a orillas del Rin, pegarte un chapuzón en el río, comer en una iglesia, tomarte algo en una “buvette” -esos lugares bucólicos donde uno se da al bebercio-, descubrir la colección pública de arte más grande de todo un país y hasta tener 30 minutos de Navidad (aunque sea verano). Encima, te puedes plantar allí en menos de lo que canta un gallo. Hay vuelos directos desde Madrid, Barcelona, Alicante y Valencia todos los días. Te chivamos cómo exprimir Basilea en 48 horas.
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Comienza tu segundo día en Basilea en esta terraza con vistas al Rin, tomando un café que te ponga chaveta motoreta y a tope de energía para la jornada que te espera.
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¿Sabías que Basilea fue el epicentro de los grafiteros de toda Suiza durante los 80? Pues hacer una ruta para admirar los grafitis y murales que hay por el casco antiguo de la ciudad y conocer su historia, te va a molar. Podrás ver las obras de artistas nacionales e internacionales y cómo le aportan un toque divertido y colorido al paisaje urbano.
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Este molino es un edificio medieval restaurado donde ir a cotillear objetos y técnicas antiguas de la elaboración del papel, la escritura y la impresión. Podrás aprender cómo se hace un libro desde cero. La entrada incluye talleres de manualidades para adultos y niños relacionados con el recorrido: hacer papel, escribir con pluma de ganso, crear papel jaspeado de colores…
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Si el termómetro marca muchos grados celsius, tienes que ir a Le Rhin Bleu. Un restaurante con una gran terraza a orillas del Rin, donde puedes comer, cenar o tomarte algo, tan ricamente. El puntazo de este sitio es que tiene una zona “veraniega” con quiosco y un acceso directo al río, para relajarte después de darte un chapuzón. Si eres buen nadador, lo que allí se estila es nadar a contracorriente para luego dejarse llevar hasta donde empezaste. Si no, haz un mete y saca para refrescarte un poquillo.
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Este museo alberga la exposición permanente de las obras del pintor y escultor suizo Jean Tinguely, conocido por sus “máquinas escultura”. Si estás puesto en arte, puede que te suene Homenaje a Nueva York, su obra más famosa, la cual se autodestruyó en forma parcial en el MOMA de Nueva York. En el Tinguely, podrás admirar sus mejores creaciones y además, conocer un poco más de su vida gracias a las fotos, cartas y dibujos que complementan la expo.
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En Basilea tienen 4 ferris que conectan las dos orillas del Rin. Lo curioso es que están unidos a un cable de acero que va de un lado a otro y se impulsan gracias a la corriente del propio río (wow). Coge el Ferry St. Alban-Fähre "Wild Maa" para cruzar el Rin, y haz un viaje en el tiempo desde la parte más modernita hasta la orilla más medieval.
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Qué mejor para acabar el día e irte con buen sabor de boca de Basilea que con una cenita homenaje en este restaurante del siglo XV. Aquí podrás tomar un mix de comida tradicional suiza con cocina creativa. ¿Otro plus? La bella terraza que tienen sobre el Rin.
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