El bar más clandestino de Madrid

Calle Tudescos, número 4. Verás una puerta cerrada a cal y canto donde aparentemente no hay ni Peter. Basta un timbrazo para que alguien se asome por la mirilla. Sueltas la contraseña y accedes al interior. Tras bajar las escaleras preguntándote dónde te has metido, abres una puerta y… ¡sorpresaaaa! Has viajado por el espacio-tiempo: acaba de aprobarse la Ley Seca (prohibido el alcohol) y estás en un bar clandestino de los EEUU de los años 1920.

Luz tenue, suena jazz (en directo, si hay suerte), una barra grande, sillones de terciopelo… Pero espera, algo no cuadra… ¿dónde están los cócteles? Porque aquí solo ves a gente sorbiendo sopa, leyendo la Biblia o disimulando algo bajo el sombrero. ¿Será que estos genios han escondido la bebida en los lugares más variopintos por si llega la pasma?

No te podemos decir más. Al salir, nos intentaron meter 1 dólar en el bolsillo para que no le contáramos a nadie nuestro descubrimiento. Pero ya sabes, confidentialer, que nosotras no aceptamos sobornos. Aun así, desde entonces, nos andamos con cuidado…