Fiesta del marisco

Los sábados son los nuevos domingos, por lo menos en la Latina. Y no es que El Rastro haya cambiado de día. La razón que tiene alborotados a los amantes del latineo son las mariscadas que se organizan medio de estrangis todos los sábados a la hora de comer en el Mercado de La Cebada.

Cuando el resto de puestos echan el cierre, las pescaderías de la planta baja se transforman en barras improvisadas en las que los forofos del marisquito pueden ponerse hasta las trancas de pulpo, percebes, langostinos o mejillones fresquísimos, preparados al momento por los mismísimos pescaderos. No hay etiquetas ni postureo. Aquí picoteas desenfadadamente en escaleras o pasillos las raciones de bichos que te ponen por gramos en bandejas de plástico. Y si el "jefe" está de buen humor, te regalan la copita de vino o incluso la botella. Todo pagando menos que en cualquier restaurante. ¡Viva!

¿Amigos marisqueros? Reenvíales este plan para llevártelos de aperitivo contigo.