9:00 Desayuno en Monnier 1912
DURACIÓN: 30’
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Arranca el día con un rico desayuno en esta cafetería que tiene buen café y variedad de dulces, salados y bebidas.
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A menos de una hora de Gruyères, está Murten, una mini ciudad Suiza a orillas del lago Murat y rodeada de unas murallas perfectamente conservadas. Podrás pasar un día explorando su encanto histórico y haciendo actividades en el lago.
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Arranca el día con un rico desayuno en esta cafetería que tiene buen café y variedad de dulces, salados y bebidas.
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Alquila unas bicis y empieza en la ciudad admirando las fantásticas murallas. Después, sigue bordeando el lago en el sentido de las agujas del reloj por carreteritas campestres y bosquecitos. Si hace bueno, párate en una de las playas de arena más grande de Suiza para darte un baño y retoma tu camino hasta llegar a Mont Vully, unas colinas que esconden vestigios romanos todavía visibles. Son 28 kilómetros, hay solo una cuesta empinada y es para todos los públicos.
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Después del paseo en bici, ponte las botas en esta bodega tan pintoresca del casco antiguo. Pide una fondue, una carne a la piedra, un merengue al horno de leña…
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Guarda hueco para el postre y dirígete a la panadería Aebersold para tomar un “Nidelkuchen”, un bizcocho a la crema que es la especialidad de Murten. Si te apetece, también puedes reservar una visita para ver cómo trabaja el panadero con degustación del bizcochito y otras delicias saladas incluidas.
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El Museo de Murten se encuentra en el antiguo molino de la ciudad y documenta 6000 años de historia con un montón de objetos que datan desde los asentamientos del Neolítico y la Edad de Bronce, hasta la llegada de los celtas, los romanos, el desarrollo durante el medievo, etc. Hay un vídeo bien hecho sobre la famosa batalla de las guerras de Borgoña (spoiler: ganaron los suizos).
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Recorre el lago Morat en barquito y disfruta de un paseo relajado mientras te deleitas con las vistas. El barco atraca primero en Praz, luego viaja a Môtier, Vallamand y Faoug antes de atracar nuevamente en Murten.
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Cositas que no te puedes perder:
• Se accede al casco histórico a través de la puerta de Berna. Tiene uno de los relojes más antiguos de Suiza y funciona perfe.
• La calle principal o Hauptgasse. Sus famosas arcadas que protegen algunos comercios centenarios.
• Dirígete a la calle Rathausgasse donde se concentran algunos hoteles históricos y la iglesia francesa. Justo por detrás hay un mirador desde el que puedes ver el lago.
• Deutsche Kirchgasse, la otra calle principal del casco histórico que alberga algunos de los principales monumentos de la ciudad y la subida a la muralla.
• Iglesia alemana. Lo más destacado es su coro del siglo XVII, que forma parte de la torre fortificada, y su púlpito poligonal del siglo XV.
• Murallas. Junto a la iglesia alemana se encuentra el acceso a las murallas que están superbién conservadas. Se pueden visitar las torres de vigilancia, pasear a lo largo de la muralla y visitar su castillo.
La guinda para culminar tu viaje por la región de Friburgo: una cena en un castillo-restaurante espectacular, rodeado de vegetación y jardines de flores.
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