Jardín colgado secreto

Desde abajo, frente al número 37 de la calle Montera (sí, la mismísima), no se ve nada raro: es una bonita tienda de Salvador Bachiller, con maletas por aquí y neceseres por allá. Pero si entras y coges el ascensor para subir a la cuarta planta, descubres el paisaje más bucólico e inesperado del Centro; una azotea-jardín ultra romántica, con profusión de flores, columpios-mecedora a la inglesa y camareras de uniforme impecable para servirte tanto un té, como un trozo de tarta o una comida ligera. 

¡Puedes irte, invierno!

Seguro que hay una amiga que quiere ir a probar la terraza de este jardín secreto.