María Peperina: la cafetería para días plof

Sabes lo que es la serendipia, ¿no? Un “hallazgo valioso que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta”. Pues hay una cafetería, María Peperina, donde eso pasa.

Un día, Martina y su hermana decidieron abrir un café-pastelería que te envuelve como un abrazo. Cogieron un antiguo garaje y lo reacondicionaron con un banquito fuera para decirle “hola” a los perritos del barrio, un sofá de terciopelo para tomarte un café reconfortante, un rinconcito con libros antiguos, pasteleros haciendo alfajores y galletas caseras en el obrador abierto, Fito y Calamaro de fondo…Qué gusto.

Unos días más tarde, una agente confidential que investigaba sitios nuevos, pasó por delante por casualidad. Entró, saludó a los perritos, disfrutó del matcha con leche de almendras (es una chica excelente), flipó con las cookies de pistacho y, cuando se levantó para ir al baño, vio una flecha... 

La siguió y de repente entró en Cuttoo, el estudio donde Teresa tatúa flores delicadas con un toque de acuarela o elegantes palabras en cursiva que traen la primavera a tu cuerpo y añaden poesía a tu piel. Y lo hace genial (mira las reseñas). Además, ha dedicado parte del espacio a exposiciones y clases relacionadas con el arte. ¡Serendipia a tope!

¿Amigas plof? Reenvíales este plan.

Ya sabes: no nos pagan un euro por chivarte este sitio. Hemos ido de incógnito y nos ha gustado muchísimo.