Mérida, o mejor dicho, a Emerita Augusta, como la bautizaron los romanos allá por el año 25 a.C. Esta ciudad fue fundada por el Emperador Augusto como retiro VIP para los soldados veteranos. Capital de la provincia de Lusitania, fue un centro político y cultural clave en el Imperio Romano. Hoy, esta joyita extremeña, Patrimonio de la Humanidad, alberga uno de los conjuntos arqueológicos más alucinantes (y desconocidos) de Europa. Pasea por su teatro y el anfiteatro, recorre el circo, visita el Templo de Diana, pide un milagro al acueducto…
Descubre ExtremaduraComienza el día en el Teatro Romano, el monumento más icónico de la Hispania Romana. Construido entre los años 16 y 15 a.C, su estado de conservación te dejará flipin. Pasea por el escenario donde los actores romanos interpretaban comedias y tragedias, observa con detalle las columnas y estatuas originales y súbete a las gradas más altas para hacerte un fotón. Si tienes la suerte de visitarlo en julio o agosto, el Festival Internacional de Teatro Clásico lo convierte en un lugar mágico donde embelesarte bajo las estrellas.
Saber másJusto al lado del teatro, está el Anfiteatro, otro de los grandes tesoritos de la ciudad. Aquí los romanos celebraban combates de gladiadores, luchas con animales salvajes y hasta recreaban bosques, selvas o desiertos para darle más emoción a sus batallas. Recorre sus gradas de piedra, descubre las habitaciones donde guardaban a las fieras y entra a la arena por el túnel para sentirte como en Gladiator. ¿Paul?
Saber másSiguiente parada: el Templo de Diana. Construido en el siglo I d. C, en su día fue un lugar de culto dedicado a los Dioses de la ciudad. Párate a admirar la belleza de sus majestuosas columnas de mármol. Después, tómate “un algo” en las terracitas que hay justo al lado para reponer fuerzas y continuar la mañana.
Saber másDespués del aperitivo, toca sentarse a la mesa. Tuétano tiene una carta de platos ricos que fusiona los sabores tradicionales de la cocina extremeña con un toque modernito. ¿Su fuerte? Las carnes. Además, mola, porque tiene: un roof bar con vistas a la alcazaba árabe, una terraza con un reservado desde el que se ve puente, y un suelo de cristal para que veas los restos romanos que hay debajo del restaurante.
Luego, da un paseo tranquilo hasta el Puente Romano. Construido entre el siglo I a.C. y el I d.C., esta obra de ingeniería romana conectaba la ciudad con las vías romanas hacia Toledo y Córdoba. A esas horas, el puente tendrá menos gente y podrás disfrutar de unas vistas más tranquilas del río Guadiana.
Después de cruzar el Puente Romano, a solo unos 10 minutos caminando está el Circo Romano. Con capacidad para unos 30.000 espectadores, aquí era donde los romanos hacían sus archiconocidas carreras de carros. Corre, corre caballito…
Saber másDirígete al Embalse de Proserpina, a unos 5 kilómetros de Mérida. Rodeado de montañas y vegetación, es perfecto para un ratito relajado después de todo el día explorando la ciudad. Camina a orillas del embalse, disfrutando de la tranquilidad del entorno y si puedes, quédate a ver el atardecer. Ahhhhh, qué paz..
Saber másDespués de disfrutar del embalse de Proserpina, regresa al centro de Mérida y haz una parada en el Acueducto de los Milagros. Este acueducto romano del siglo I d.C., es uno de los mejor conservados y más largos de la península. Se dice que se llama así porque con la construcción de una iglesia cercana, empezaron a ocurrir varios “milagros”, cuando se descubrieron los restos arqueológicos. Así que, tú, por si acaso y como a Lourdes, pídele milagros al acueducto.
Luego, regresa dando un paseíto al centro de la ciudad y visita Terracota (José Ramón Mélida, 26), una tienda local llena de preciosuras artesanales para llevarte un recuerdo bonito de la ciudad.
Imagínate degustando las tapas canallas de Antonio Luis Falcón, el tercer mejor cocinero de España en el Campeonato Nacional de Gastronomía en 2023. Sus sabores internacionales fusionados por los mejores productos extremeños están revolucionando la cocina en Mérida. ¡Una parada imprescindible!
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