10 restaurantes para ir con amigas

¿Merienda con amigas a la vista? Quedad en Balbisiana. Puede que te suene el nombre, porque sus increíbles tartas copan los stories de las influs patrias muy a menudo. Pero es que ahora Paula, el alma mater de este proyecto, ha inaugurado una pastelería-cafetería muy chic, con estanterías llenas de cajitas a lo Wes Anderson, donde podrás ponerte las botas con sus minibalbisianas (porciones de tarta) y sus trufitas de sabores, que además de bonitas, son exquisitas.

Harrison 1933 es una nueva coctelería donde se respira ambiente de club mullido: moqueta, butacones, grandes vitrinas llenas de botellas, grupitos de 30, 40 y 50 años y una carta de cócteles que dicen inspirada en las Artes, con nombres como "El Guernica", "Forrest Gump", "Como el agua"… Música chill y luz íntima (igual demasiado, porque no se ve un burro a tres pasos) con poca gente a primeras horas y luego la cosa está diseñada para que se anime, incluso mucho.
 

Si eres como Terelu Campos y te gusta una buena porra, esta churrería 2.0 -minimalista, con un toque futurista y con solo 7 mesas- te va a flipar. Sirven un chocolate a la taza más dulce y menos espeso que el de toda la vida, pero igual o más rico que el tradicional. Y los “pecaditos” (unos cubos con churritos cortados) o su “pecado mortal” (se toman en serio el tema), que es un sándwich de churro con helado artesano, te acercan a una experiencia religiosa superior a la de Enrique Iglesias. 

En este restaurante bonito, sirven comida más bien sana, muy bien presentada -gracias de parte de Instagram-, pero que se sale del típico rollo healthy. Vale, tienen bowls, pero también risotto de cebada, arepas de avena, shakshuka (huevo frito con cazuela de tomate, cebolla, pimiento y feta), todo muy sabroso. Además, el sitio es bastante espacioso (caben carritos de bebé), con sitio en terraza y en el interior. Nuestro rincón favorito es de las dos mesas redondas que hay detrás de la cristalera, donde te aconsejamos que pilles la reserva. Ideal para una comida tempranera con amigas.

Cristina y Yahaira (DJ y productora audiovisual) son las dueñas de este local megacool de La Latina, al que debes ir a tomar el aperitivo si quieres estar en la onda. Te recomendamos probar su gilda clásica (pica lo justo y necesario). Las versiones de pulpo y queso, tampoco defraudan: son una explosión de sabor que, si acompañas con un vermut de su selección, te coronas. Para acertar bien fuerte, no te vayas sin pedir su mollete de pulpo con mayonesa de piparra. ¡Es una delicia! 

Este nuevo restaurante es una opción muy agradable si estás por La Latina. La carta es viajera, variada, colorida, sana y sabrosa: berenjena frita con hummus, pico de gallo, chutney de mango y salsa tahini perejil; bulgur, falafel, batata y hummus de remolacha; coliflor asada con salsa tahini de perejil y piñones tostados… Y lo mejor, todo muy asequible. Por cierto, de lunes a viernes tiene un menú por 11,90 €. Lo único, si hace frío, huye de las mesas al lado de la puerta, que se abre automáticamente cuando pasa gente.

La mítica pastelería madrileña ha inaugurado al lado de su tienda centenaria un salón de té íntimo y espectacular a la vez, con papel pintado, dosel a rayas, mostradores lujosos para enseñar sus delicias y unas cuantas mesas con sillas de terciopelo para compartir confidencias. Si ya era un must cuando solo tenía dos mesas y una barra enana, ahora ya no hay excusa para no ir a sucumbir a sus palmeras de chocolate adictivas.

Si lo que buscas es un sitio cálido, con decoración bonita, personal amable, comida rica y buenos vinos ese es Vinology. La carta es variada, perfecta para un picoteo, con entrantes para compartir, sandwiches (el de Katz de Pastrami, está muy bueno) y su variedad de vinos (déjate asesorar por los camareros), es de diez. Mención especial al Amorro (un blanco, delicious).
 

La pareja de dueños (ella francesa; él andaluz) y, además de ser una jefa de sala impecable y un chef sobresaliente respectivamente, son unos genios del marketing. Porque se han inventado un concepto muy innovador: la comida paritana (concepto de fusión parisina-gaditana) con platos exquisitos que combinan ambas cocinas. Ya te contamos todo sobre este restaurante aquí. 

Este restaurante que se lanzó primero en Miami, aterrizó en Madrid abriendo una sucursal en plena Puerta de Alcalá. El local es preciosísimo y moderno (nada que ver con los restaurantes mexicanos a los que estamos acostumbrados), con una decoración muy cuidada y elegante. Sirven una comida tradicional, muy rica: quesadillas de flor de calabaza, aguachile de langostinos y mango, cochinita pibil... ¿Para los más atrevidos? Tienen algunos platos en carta elaborados con insectos (¡está padrísimo!) y por supuesto, mezcal y tequila para maridar.