Ruta por Chamberí

Hemos preparado una ruta completita para soplarte los mejores sitios de Gaztambide, Arapiles y Vallehermoso: restaurantes, tienditas molonas, cafeterías con encanto, actividades para hacer por el barrio… 

En cada sección puedes elegir el sitio que más te apetezca para hacerte tu trayecto personalizado:
 

Para un café/tosta/brunch rico y con calma, tienes Caferama (Rodríguez San Pedro, 37). Una cafetería diminuta con 6 mesitas, bancos corridos de madera clara, muy mona y muy zen. Y los dueños son más majos que las pesetas. Precio: flat white 3,00 €; totas 6 €; bizcocho 3 €.

Si lo que buscas es un brunch exótico, abundante y económico, en Cafe Tamar (Rodríguez San Pedro, 25) sirven uno inspirado en Oriente Medio que está brutal. Precio: 14,90 €. 
 

Para desayunar como en niu yor siti, pero sin moverte de Chamberí, tienes Nopa (Meléndez Valdés, 51), una cafetería/pastelería/panadería donde hacen los bagels a mano y están ameeeeeeisinggggg. Los hay "plain", simples. Pero también de romero y aceite de oliva, de pipas de calabaza, etc. Precio: plain bagel 1,75€; bagel mixta 7 €.

¿Que eres más de un desayuno a la francesa? Pues en La Franchutería (Vallehermoso, 52), puedes pedirte un pain au chocolat (napolitana) o croque-monsieur (mixto con el quesito bien derretido) para acompañar tu cafecito; son formidables. Precio: café con leche 1,90 €; croque-monsieur 8,50 €; tostas desde 6 €.
 

Para compritas belleciles, la perfumería Madrid-París (Av. de la Reina Victoria, 27), es como una concept-store castiza, donde puedes encontrar potingues de marcas de belleza muy top y muy nicho (Couto, jabones Beltrán, Royal Bain, Carthusia, Fleur de Rocaille…), difíciles de conseguir en Madrid y a buen precio. Además, son encantadoras. Si llevas tiempo buscando algo que no encuentras, se lo dices y te lo buscan. 

Si lo que necesitas es cambiar el armario, el outlet de oro de Arapiles, el Goldet (Arapiles, 10), tiene tesoros de firmas premium o de lujo como Alberta Ferreti, Etro, Theory…, rebajados hasta el 70%. 

Para recibir en casa, nos gusta pasarnos de vez en cuando por Homki (Gaztambide, 8) y ver qué vajillas, manteles y cositas de decoración tienen. 
 

Si lo que quieres es hacerte con un buen arsenal de libros, por la calle Hilarión Eslava hay librerías de segunda mano por un tubo, a precios muy baratos. Nos gusta Circular Livre (Hilarión Eslava, 19) donde tienen una pequeña estantería con libros envueltos que te puedes llevar por 5 € para tener una “cita a ciegas con un libro”, ¡mola! Pero también están Releer (Blasco de Garay, 70), Dodó (Vallehermoso, 35), Re-Read (Guzmán el Bueno, 4).
 

Si lo que buscas es una buena terraza, tienes Killo (Joaquín María López, 46), un restaurante andaluz en frente de una plaza, donde se está la mar de bien a la sombra de los árboles (con columpios no muy lejos (pero suficientemente lejos para que no moleste si no quieres oír grititos de niños). Precio: chipirones a la plancha 17,80 €; brocheta de gambones 8,80 €; tataki de atún salvaje 22,20 €.

Si lo que quieres son raciones de comida casera super auténtica, tienes que pasarte por el Asturianos (Vallehermoso, 94): taberna de apariencia cutre por fuera -vamos, que si no conocieras, nunca entrarías-, pero donde sirven unos platos para chuparse los dedos. Precio: patatas al cabrales 13 €; berberechos en sartén 18 €; merluza a la sidra 25 €.

Si lo que quieres es un tapeo más actual, el place to be es el Mercado de Vallehermoso (Vallehermoso, 36). Ojo, que no es de improvisar, porque se llena. Pero puedes reservar en la mayoría de los puestos. Se está bien fresquito y tienes multitud de opciones para elegir. Nuestros favoritos: Kitchen 154 (comida asiática y picante) y Batch (vinos, fermentos y buenos alimentos). 
 

Ir a resguardarse del calor viendo alguna película en la Sala Berlanga (Andrés Mellado, 53) que durante el mes de julio salen por 3,50 €. Apuntarte a uno de los talleres de manualidades que organizan en la Fábrica de Texturas (Meléndez Valdés, 34). En este antiguo garaje escondido al fondo de un pasadizo, dan cursos chulos de cerámica, estampado de camisetas, iniciación a la serigrafía, encuadernación…Precio: desde 25 € hasta 65 €, dependiendo del taller que elijas.
 

Ver una obra en el Teatro Abadía (Fernández de los Ríos, 42), una iglesia reconvertida en sala de teatro, en un entorno precioso rodeado de jardincitos. Tienen una programación muy buena e interesante, y al ser un sitio pequeñito, se ve y se escucha bien desde todos los asientos. Amén. Precio: desde 24 €.
 

Ahora que tus herederos no tienen cole, llévales a dar un voltio por el Parque Santander (Av. Filipinas, 11), cuando caiga la tarde (hay poca sombra). Es ideal para ir con niños, porque tiene un mini rocódromo y una pequeña zona de fuentes donde los más pequeños están en bañador y pueden mojarse con los chorros de agua. 

Para los adultos, hay máquinas para hacer gimnasia, cancha de voley, de baloncesto, de pádel (de pago y puedes apuntarte a clases también) y una pista de running que da la vuelta al parque. 

Si entras por el oeste, hay un kioskillo con una terraza grande y muy agradable cuando el sol se va. No te esperes a nada especial, pero para tomarte un refrigerio a la sombra de los pinos (en esa zona sí hay árboles), se está deluxe. Al lado, hay una zona de juegos infantiles. Si tienes niños: genial para no quitarles el ojo de encima. 
 

Para todas las adictas al ramen: Morikkaen (Hilarión Eslava, 17). Platos deliciosos, camareros simpáticos y eficaces, y cocina abierta hasta muy tarde. Pide sí o sí el “beef curry”. Es abundante y delicioso en todas sus formas (ramen, udon, arroz…). Está de locos. 

Si tienes la cartera boyante, y te apetece darte un homenaje, ve a Nakeima (Meléndez Valdés, 54), porque aunque sea caro y haya que estar hora y media ante, haciendo cola para entrar, su bacalao al Kill Bill, el bunwich criollo o los ramen da terra merece mucho la pena. 
 

Si quieres la experiencia Nakeima, pero sin gastarte muchos euros, Puzzle (Blasco Garay, 10) es buena opción. Una taberna cañera con platos superoriginales, elaborados con mucho mimo, que son una auténtica delicia. 
 

La mejor heladería del barrio es Los Alpes (Arcipreste de Hita, 6). Tienen un montón de sabores diferentes y sorprendentes, a cada cual más rico: queso de cabra con manzana asada, nueces y miel, piña con caramelo, vainilla bourbon con nueces caramelizadas…. (procede a babear). 

Pero si andas por Guzmán el Bueno y no te apetece bajarte hasta ahí, ve a Deleite (Guzmán el Bueno, 79), otra heladería artesanal con sabores cremosos. Tienen puesta una terraza con 4 mesas en la acera para que puedas zampártelos tranquilamente.



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